Vistas de página en total

martes, 8 de noviembre de 2011

La poligonera fucsia

           

            Había una vez una niña, bueno niña, niña…tenía diciocho años; allí dónde la pederastia pierde su basto nombre. Se llamaba Jenny Ferm, Jenny por Genoveva y Fer por Fernanda. Tenía la Eso recién acabada y un futuro prometedor en Estétic-100, un Instituto de Belleza regentado por Jacky Chung; un chino de Taiwán amante del reagetton y campeón de petanca de Figueres.
            La Jenny era muy bonita, tenía unos bellos y turgentes pechos, un arreglito que se hizo en Santo Domingo, era la envidia de todas sus amiguitas que al verla exclamaban:
            - ¡Vaya peras...guarra!
Los chicos se ponían a Tope de Power y le obsequiaban con bellos piropos:

            - Nena yo no soy malote, pero Loki ej ke me pones palotes.
            La pequeña era huérfana de padre, el pobrecito murió atropellado por un minusválido que se había quedado sin frenos. Su mama era holandesa, de donde son los ratones mafiosos; de Hamsterdam, una comercial de Tuppersex en “la media naranja cachonda”.
            La señora Gouda, su mamá, le había comprado un precioso anorak fucsia en el Primark. Una auténtica ganga, de esas del dos por el precio de tres, sí amigos no es una equivocación, su madre era disléxica. Por fin podía tener la chupa roja que tanto había deseado, era fucsia pero el daltonismo es un gran regalo cuando hay ilusión. A Jenny le encantaba la geometría, era una gran filósofa euclidiana; con esta bella frase definía el devenir de la vida: “La vida es una recta larga de puntazos, sabes neng, pero a mi no me preocupa por
que a mi todo me va a salir retonda”.Su pronunciación era algo defectuosa, la típica del científico poca amante de la literatura, sus amigos la llamaban cariñosamente: “La poligonera fucsia”.

            Era fin de mes y la señora Gouda había enviado el pedido que las sacaría de pobres, un bizcocho gigante flanqueado con preciosas nubes rosáceas de formas caprichosamente fálicas, el “Pica-pica” para una despedida de solteras en el Choni-Club; el club más pijo del polígono.

            A lo lejos se oye una alegre música, “te estoy amando locamenti”; las Grecas, una pareja de flamencas holandesas que huyeron a España cuando se las involucró en la trama de los tulipanes falsos.
- Señora Gouda
- Sí… dígame
- Mire, lo siento tronki pero te tenemos que devolver el pastelito nena, ej que son celíacas y con esto nos las vas a matar.

- Lo siento Dj. Gluten
            La noticia cayó como un jarro de agua fría, últimamente todo eran gastos y este contratiempo las ponía en un aprieto importante. Pero como las desgracias no vienen solas el teléfono volvió a sonar a ritmo de Camela; un grupo pop-rock que cambió una cabra por un órgano y se forraron vendiendo en gasolineras.
Jenny
- ¿Que pasa?
Recepcionista
- ¿Señora Gouda?
Jenny
- Soy su hija tronca
Recepcionista
- Niña, ponme con tu mamá
Jenny
- Un respeto colega, que ya tengo pelitos por debajo de la barriga.
Recepcionista
- Tu abuela ha tenido una sobredosis de Pink-Fish en la Whiskeria.
Está ingresada en la UCI.
            Los ojos de la Jenny se tornaron llorosos cual nominado de Gran Hermano. Dos años sin tener noticias de su abuela, de su dulce abuela que la llevaba a patinaje, que le enseñó a hacer ganchillo y que cuando estuvo en apuros le consiguió la pastilla, el día después pero la consiguió.
Jenny
- ¿Máma que es Whiskeria?
Señora Gouda
- Un puticlub hija mía, tu abuela hacía de stripper, la pensión no da para tanto…

Jenny

- Máma ese pastel tiene muy buena pinta pero esas nubes rosas del pastel tienen forma de…

Señora Gouda
- Tú ya sabes de que tienen forma, que siempre que vamos al chino te llevas la cigüeña esa de zanahoria.

Jenny

- Ji..ji... ay máma.. ¿se lo llevamos a la agüela?
Señora Gouda

- Pero que dices loca, ese pa nosotras a la abuela llévale huevos, leche… ya sabes
            Estaba preciosa; pelo rubio Fukushima a juego con sus cejas negro azabache, dos aros tipo columpio Loro-Park Tenerife, ojos verdes gentileza de Affelou y su segundo par, camiseta ajustadita, tipo mis limones salvajes del Caribe los pillé en República, y no en la mierda del Ikea, faldita corta Bershka y unas Nique Gerardo, como diría Justo Molinero "pa que la gacela corra más.. que el guepardo"
Señora Gouda
- Nena estás preciosa, pero si te viera tu padre le echaban del Opus.
Jenny

- Jo mamá, como te pasas,el papa está muerto.
Señora Gouda

- Perdón lo olvidé, tengo que rebajar las infusiones de marihuana.
            La Jenny cogió su bolso de “Jellou Cani” y se marchó y a su barco le llamó libertad y en el cielo descubrió gaviotas… perdón.
Señora Gouda
- Nena cuidado con las rotondas… que ya sabes que les tengo rumania..
            La Jenny saltaba alegremente acompasando sus brazos a ritmo de Nokia, empezaba a anochecer, de fondo una preciosa rotonda flanqueada con neones azuloídes, todavía había luz pero el primo del alcalde era el dueño de una fábrica de bombillas y ya se sabe como van las concesiones urbanísticas en los pueblos. En el vértice de la rotonda un Dacia Logan del 76, junto a el un individuo barbudo con pantalones blancos, náuticas, camiseta floreada, pelo a lo afro y unas gafas de sol de espejo. Si no fuera por su camuflaje cualquiera podría haber pensado que era un proxeneta. La Jenny paro su Nokia, de fondo el alegre chisporroteo de los pájaros sobre el tendido amortiguaba el infernal ruido de la central eléctrica.



Jenny

-         ¿Oye tú quien eres?

Lovascu

-         Me llamo Lovascu

Jenny

-         ¿De Bilbao?

Lovascu

-         No de Bucarest

Jenny

-         ¿Y eso dónde es?

Lovascu

-         ¿Conoces Giga Hagi.. Maradona de los Cárpatos?

Jenny

-         Lo siento a mi no me van los patos soy más de gaviotas.

Lovascu

-         Déjalo zorr… perdona..¿cómo te llamas?

Jenny

Genoveva Fernanda, pero me puedes llamar Jenny.

Lovascu

-         ¿Qué llevas en la mochila?

Jenny

-         Huevos, leche…

Lovascu

-         ¿Y  la mantequilla?

Jenny

-         Ah viciosillo… Por cierto que son esas piedras que masajeas en tu mano derecha.

Lovascu

-         Son pelotas  anti-stress

Jenny

-         Pues se parecen un huevo a las bolas chinas de mi madre.

Lovascu

-         ¿Por cierto a dónde vas?

Jenny

-         A ver a mi agüela el hospital, que le ha dado un yuyu con un Pink-Fish adulterado de la Whiskeria

Lovascu

-         ¿Whiskiería?

Jenny

-         Puti club, es que mi abuela es strip… coreógrafa.

Lovascu

-         Te hago una carrera yo en mi Dacia Logan y tu campo a través.

Jenny

-         Pero tu estás flipao .. si vas con alerones, suspensión DTM, doble carburador, 16 cilindros en V…

Lovascu

-         Ya… pero tu llevas unas Nique Gerardo "pa que la gacela corra más que el guepardo"

Jenny

-         Vaya plagier neng, eso es del Justo Molinero, pero..vale tron, pero dame tus piedrecillas que molan mazo.



            El falso proxeneta arrancó su coche y la Jenny se adentró en el bosque.

Cogió su pequeño Nokia, se lo metió en el escote y empezó a dar saltos a la par que hacía malabares con las bolas mágicas. No controlaba muy bien la técnica circense y en uno de los lances abatió a una pequeña ardilla que comía tranquilamente piñones.

El pequeño roedor cayó ante sus pies, Jenny actúo con máxima celeridad, maniobra de Hemmling, masaje cardiovascular finalizando con respiración asistida, el clásico boca a boca. El animalillo parecía ver la luz al final del túnel, abrió los ojos y le saco la lengua lascivamente. Jenny miró hacía el cielo buscando una respuesta, bajó la cabeza y asiéndolo por la cola precipitó en la oscuridad de su mochila

      Lovascu conducía a gran velocidad desactivando el rojo de los semáforos con su mando a distancia, en el bosque la Jenny degustaba extasiada un hongo de la risa tonta. Lovascu atacó con su deportivo  la rotonda del hospital, en la trazada de la curva, tiró de freno de mano y el coche dando una vuelta de setecientos veinte grados  quedó perfectamente aparcado entre dos ambulancias. Salió del coche, ajustó el cuello de su camisa y remató la faena con una varonil recolocación de genitales. En las escaleras un policía aplaudía, se cruzaron una mirada acaramelada y tierna, al pasar a su lado se susurraron al oído, le deslizó un billete de cincuenta euros y le dio un sensual cachete en sus públicas nalgas.

       La vieja estaba en la habitación 220. En la recepción había pancartas, era la huelga de sanitarios. En información una mujer leía en voz alta y consultaba el diccionario panhispánico de dudas, la Razón es una lectura complicada. Aprovechando el despiste traspasó el umbral de urgencias. Un guarda de seguridad un tanto anodino, perdón andino le flanqueó el paso. Lovascu le obsequió una sonrisa destello más efecto audio campana de Powerpoint, y le mostró una colección de Superéxitos Latinos dónde se incluía lo último de Pitbull. Allí estaba la luz al final del túnel, la 220. Un carraspeo con sabor a Ducados rompió el silencio y un esputo puso su firma en una blanca pared.

Toc… toc.

Abuela

-         ¿Quién es?

Lovascu

-         Soy la Jenny ..

Abuela

-         Te estás haciendo toda una princesita rural, vaya voz de Belén Esteban

La puerta se abrió y un grito de dieciséis octavas rompió el display de la frecuencia cardiaca, las clases de aprenda opera en tres semanas con CCC habían dado resultado. Lovascu sacó un tanga rojo de su bolsillo y lo miró con nostalgia.

Abuela

-         Es mi tanga de la suerte.. Maldito!

Lovascu

-         Lo sé pero este esta rociado con una potente mezcla de  cloroformo y pink-fish

El proxeneta amordazó a la abuela con el tanga y esta cayó en un profundo sueño. La desnudo y se puso su pijama picardías. Tenía que comérsela, pero su médico le había prescrito el botox de su dieta. No sabía que hacer con su cuerpo y de un taconazo cual perrito que esconde su caca la envió debajo de la cama.

      Jenny subía las escaleras del hospital. El policía la miro a los ojos y sospecho de sus dilatadas pupilas de Candy-Candy, metió la mano en el anorak de la joven y le quitó media docena de setas de la risa. La muchacha mostró su desaprobación lanzándole un insulto en holandés con acento dominicano… demasiadas descargas Disney en versión latina.

      En la recepción la funcionaria aporreaba la mesa con el puño mientras gritaba Gürtel, Gürtel… “mamaverga diccionario puto no está la chingada

     Por fin el pasillo que le llevaría junto a su querida abuelita. El guardia de seguridad bailaba reggaeton moviendo su porra con sensuales y castigadores movimientos, al  percatarse de la presencia de Jenny silbo mirando al techo, se ajustó el auricular y gritó:

-         Oswaldo todo correcto en urgencias…

      La 220, Jenny estaba nerviosa.. Toc..toc…

Lovascu

-        

Jenny

-         Soy la Jenny agüelita,  te traje leche, huevos y ..

Lovascu

-         Mantequilla?

Jenny

-         Que no… viciosa….

Lovascu

-         Pasa nena, que estoy ansiosa por verte.

Al entrar la Jenny activo su sexto sentido de a veces veo muertos pero aquí todavía huele a hospital. Su instinto de perra sabuesa paso a modo On: Vértice superior izquierdo, emplazamiento televisión. Televisión ausente una cadena cortada y la antena colgando. Posible hurto con violencia.

 Cabecero de la cama, la prolongación de la almohada vislumbra unos leds de color azul.En el suelo un tanga con las iniciales de su abuela junto a una camiseta de…

Gicca Haggi!!!

Lovascu

-         Bueno nena, empieza con las preguntas que tengo ganas de que se acabe el cuento.



Jenny

-         Perdona.. Agüelita que ojos… ¿Pero vaya pedazo de Rayban que me llevas loka?

Lovascu

-         Si nena ya sabes, cuido mi imagen, ayer trabajé hasta tarde y no me he puesto el BelenEstebanFactor tapa ojeras… ji…ji..

Jenny

-         Agüelita… que pedazo de..Joder nena que no te depilas, llevas una barba que pareces la del circo…

Lovascu

-         Hay si vaya.. creo que no voy a volver a esa esteticienne tan barata, creo que me ha dado una alergia del bulbo piloso…

     Jenny bajo su mirada hacia la zona central de la cama y contempló un pequeño montículo erecto al estilo periscopio de submarino…eso era más que sospechoso

Deslizó su mano sigilosamente al bolso y extrajo su plancha de pelo con batería en modo on, se acerco hacia su abuela para darle un beso.. tenía restos de quicos en la zona de la…barba… su abuela era alérgica a los frutos secos.. 



Jenny

Eres Lovascu maldito! ¿Dónde está mi agüela?

      La heroína atenazó el montículo periscópico con las pinzas, metió  la mano en su bolso de “Jellou Cani”y percibió la aterciopelada cola de la ardilla, la agarró fuertemente y  empezó  a golpearlo en la cara. El roedor arborícola logró escabullirse pero al detectar los quicos  empezó a mordisquearle la cara afablemente. Ante tal desconcierto Jenny subió a la cama, y usando la tensa panza del malhechor se proyectó de un salto logrando atrapar la cadena ya huérfana de  televisor. Su instinto luchador la impulsaba a golpearlo fuertemente pero consiguió refrenarse y hacer un nudo marinero anclándolo por el cuello al cabecero de la cama.

      Una voz salió de debajo de la cama… era su abuelita. La pobre anciana temblaba de frío, Jenny cogió la camiseta de Gicca Haggi tamaño XXXL y se la puso a modo de camisón, a continuación llamó a la policía. Al cabo de tres horas los cuerpos de seguridad se personaron en el hospital dónde procedieron al arresto del proxeneta perseguido por la INTERPOL.

      Actualmente Jenny afronta sus oposiciones a la Guardia Civil de la Jonquera.

La abuelita regenta una tienda de ganchillo dónde combina con los productos picantes de mama Gouda. Lovascu permanece recluido en una prisión de alta seguridad en Bucarest. La ardilla encontró a una chinchilla fugitiva y tiene doce chinchillo ardillos que juguetean por los bosques...









No hay comentarios:

Publicar un comentario